jueves, 3 de abril de 2008

Ningún suelo más querido...

Lamento no haber podido recordarayer la Guerra del Atlántico Sur, como hubiera correspondido, pero estuve con problemas con mi computadora. Así que, en primer lugar, deseo manifestar mis respetos hacia las víctimas de la conflagración, ya hayan caído en combate, se hayan suicidado o hayan padecido graves consecuencias. También a sus familiares. No realizo distinciones de bando como sí pretendía un sector de los conservadores británicos el año pasado, que pretendían que la sangre de los argentinos fuera menos valiosa que la de los soldados del Reino Unido.
Sin dudas, las Islas Malvinas, Islas Georgias del Sur, Islas Aurora e Islas Sandwich del Sur son argentinas. Es larga la lista de fundamentos: proximidad geográfica, flora, fauna, geología, descubrimientos y poblaciones españolas y argentinas; todo certifica que estos archipiélagos son parte de la República Argentina. El único argumento de Gran Bretaña parece ser la ocupación ilegítima desde 1833 con habitantes que, culturalmente, no difieren en absoluto de los británicos y, por ende, no pueden ser considerados como una nación con derecho a la autodeterminación.
Esto no se trata de una guerra en contra de Gran Bretaña, sino en pro de nuestra integridad.