miércoles, 14 de octubre de 2009

Mercedes Sosa


Al enterarme del fallecimiento de Mercedes Sosa me prometí redactar un pequeño artículo en mi bitácora en su homenaje. Sin saber qué escribir, fue revisando los papiros de mi mente que recordé que, en una ocasión, la pude haber conocido en persona.

En 1999, en plena campaña de la Alianza, Mercedes Sosa (que apoyaba a la coalición) vino en aras de proselitismo al antiguo Cine Belgrano de Boulogne (que, por cierto, fue reconvertido al poco tiempo en un "Todo por 2 pesos"). Mi familia militaba en ese entonces muy activamente en
la UCR y, lógicamente, fuimos a verla.

Llevó a cabo una representación teatral donde, con otros actores, hablaba de política. Menem no podía faltar, y me acuerdo de que ella, en un momento, preguntaba quién era el presidente.
Sobre el final buscaron chicos para regalarle una boina blanca (símbolo del radicalismo) y otros objetos. Me ofrecieron llevárselos a mí y, no sé por qué, dije que no. Al final fue una chica unos años mayor que yo quien se las entregó. Pero lo más gracioso es que, recién después de la actuación, me enteré de que ella era la famosa Mercedes Sosa. ¡Qué perdido!

¡Ay, decisiones de la vida! Hoy, en estas horas de nostalgia, por culpa de la inhibición, del capricho o de lo que haya sido, tengo que admitir que pude haberme situado frente a frente con el mayor exponente de la música folclórica de las últimas décadas, pero desaproveché la oportunidad.

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