jueves, 23 de octubre de 2008

Radiados e Inradiados

Aristóteles, en una de las primeras taxonomías de la historia, propuso dividir a los animales entre vertebrados e invertebrados. Esta clasificación predominó durante más de dos milenios, al cabo de los cuales los zoólogos comenzaron a notar que los invertebrados no tenían mucho en común entre sí y que hasta algunos de ellos, como los artrópodos (insectos, arácnidos, miriápodos o milpiés, crustáceos y más) o anélidos (lombrices de tierra y otros), eran más próximos a los vertebrados que a invertebrados como los cnidarios (medusas y afines). La antigua división dicotómica fue abandonada.
Pareciera que algunos dirigentes argentinos no tienen en cuenta estos avances en la historia natural. Quieren dividir a las facciones políticas (ya no tiene sentido hablar de partidos orgánicos) entre aquellos que defienden al oficialismo y los que están en su contra, sin percatarse de que muchos opositores, hasta hace unos meses, respaldaban al gobierno o de que sus posturas son incompatibles a la hora de formar un gabinete. Es más, me atrevería a decir que en realidad su "taxonomía política" apenas distinguiría entre radiados e inradiados, siendo sobremanera evidente que una cebra, aunque por fuera sea rayada, tiene más en común con un caballo que con una abeja y, encima, ni siquiera tienen un antepasado en común ajeno al resto, como por lo menos los vertebrados (siendo exquisitos, los cordados) lo tenían a través de (se supone) Pikaia. ¡Cuándo se observará a nuestros hermanos animales!

2 comentarios:

Buenos Ayres Blog dijo...

No termino de entender la relación concreta entre el mundo animal (natural), y el de la política (sumamente social).
Sin embargo, me parece una obsevación curiosa la que haces de "partidos orgánicos". Siempre me generó sierto rechazo esa denominación, como cuando se habla de aspectos de la política con terminos médicos, o biológicos. Un patrón de comunicación muy usado por la derecha argentina.
Hoy los partidos políticos son sumamente diversos, y hasta los que más se parecían se pelean, y entre ellos mismo se encuentran diferencias (a veces minímas). Las alianzas y desprendimientos, entre integrantes de partidos políticos se hacen contradictorias a medida que pasan los años. Duhalde es ahora lo contrario a Kirchner, y en el 2003, la sitación era totalmente diferente.
En fin, englobar a partidos políticos, en grandes grupos, suele ser peligroso. Las generalizaciones muchas veces derivan en contradicciones, y hay que ser claros en los parametros de englobamiento.

Un saludo.

Patricio Iglesias dijo...

Estimado Buenos Ayres Blog (¿Bruno?):
Te agradezco que hayas comentado mi artículo. Como creo que no me

expresé o hice entender bien, voy a aclararte algunos puntos.
Como bien decís, hoy los "partidos políticos" (entre comillas, porque

son poco sólidos) y las diversas alianzas resultan cambiantes todo el

tiempo y contradictorias. Entre uno de tantos proyectos de alianzas,

surgió hace unos días uno que pretende aglutinar a todo el arco

opositor. Lo que opino es que dentro de la oposición hay figuras que,

por su pensamiento y su pasado, se encuentran mucho más cerca del

oficialismo que de otros adversarios del gobierno. Entonces, descreo de

semejantes coaliciones porque muy poco tienen en común más allá de su

rechazo al oficialismo.
La comparación con el mundo animal viene por ese lado. Aristóteles

planteó dividir a los animales entre vertebrados e invertebrados (que

podría compararse con opositores y oficialistas) pero los biólogos

contemporáneos se dieron cuenta de que había invertebrados más cercanos

a los vertebrados que a otros invertebrados (pensá en un insecto, más

parecido y cercano por cuestiones evolutivas a un vertebrado que, por

ejemplo, a una medusa). Y hasta llego a afirmar que, por lo menos, los

vertebrados tenemos un antepasado en común en el Paleozoico, Pikaia (no

soy experto en estos temas, pero podés consultar en el enlace que dejo

al respecto o en otras páginas), mientras que los opositores no tienen

todos un "abuelo" en común que los distinga de los oficialistas. ¿Expliqué bien?
Cuando hablo de partidos orgánicos no estoy haciendo una comparación con los seres vivos, sino en su organización. Me refiero a partidos estructurados bajo cartas orgánicas, no a simples alianzas del momento. Por eso los distinguí de las facciones, que (según tengo entendido) en politología llaman a aquellos grupos de figuras que no están unidos por normativas estatutarias, como era por ejemplo durante la mayor parte del siglo XIX en Argentina (los morenistas o saavedristas no constituían un partido orgánico, sino una facción, por ejemplo). Verás, soy un nostálgico del modelo de los partidos políticos anterior a la debacle de 2001. Creo que se perdió mucho con las crisis del radicalismo y (aunque no parezca) del justicialismo. Antes había partidos en serio, que celebraban internas, con corrupción y clientelismo (¡Cómo negarlo!) pero que todavía contaban con muchos militantes "de corazón", que no buscaban intereses económicos. Me duele cada vez que escucho que hasta hay que pagar a los fiscales. ¡Mirá hasta dónde hemos llegado! En mi familia muchas veces fueron fiscales para distintos partidos, y lo que menos se les ocurrió fue pedir honorarios por este servicio.
Bueno, te hablé de demasiados tópicos que hasta podrían servirme para un nuevo artículo. Espero haber aclarado tus dudas.
Saludos y te espero nuevamente

Patricio Iglesias